Calibán y la bruja, de Silvia Federici

Frío en Madrid. Muy poca luz. Sensación acuática y lejana. Todo parece una extraña ficción. 

La teoría básica expuesta en el libro es que el capitalismo como sistema no es producto de una evolución natural e inevitable de la economía y de la sociedad feudales, sino el resultado de una reacción por parte de la nobleza, la burguesía y el clero en contra de los trabajadores, quienes tras las hambrunas  -y posterior descenso demográfico- producidas por la Peste Negra habrían alcanzado un nivel de autonomía y control sobre sus vidas inédito en la historia del mundo. Es un teoría extraña, que nunca había escuchado. Para Federici, el racismo y el patriarcado son el resultado secundario de la imposición del capitalismo sobre formas de vida colectivas anteriores al siglo XVI. En el proceso sangriento de sojuzgamiento de la población europea las mujeres llevan la peor parte, porque el poder quiso evitar que pudieran controlar la natalidad, dado que lo que se necesitaba era multiplicar el número de trabajadores, para reducir costes y volver a desequilibrar la estructura de poder a favor de las élites. Las cazas de brujas y los cercamientos de tierras forman parte, según Federici, de este mismo proceso. Se trataba de conseguir convertir a las sociedades europeas en sociedades productivas que permitieran "la acumulación primitiva", que Marx sitúa en el origen natural del capitalismo. ("El descubrimiento de las comarcas auríferas y argentíferas en América, el exterinio, esclavización y soterramiento en las minas de la población aborigen, la conquista y saqueo de las Indias Orientales, la transformación de Africa en un coto reservado para la caza comercial de pieles negras, constituyen factores fundamentales de la acumulación primitiva", o, para ser más gráfico, en otra nota de El Capital: "no pocos capitales que ingresan actualmente en Estados Unidos, sin partida de nacimiento, provienen de la sangre de los niños recientemmente acumulada en Inglaterra".)

En general, lo que está en juego, es la linealidad hegeliana de la historia, una vez más. Se trata de explicar que la historia europea no es inevitable ni natural, sino producto de la lucha y de la victoria de unos sobre otros. Según Federici, de la victoria de las élites sobre el pueblo, y del capital sobre el trabajo.

Hoy mismo se ha dado un nuevo "cercamiento" en la economía española. Se anuncia la privatización de AENA, la gestora de infraestructuras aereoportuarias. Esa es una empresa de todos. Se va a vender para pagar deuda pública a bancos privados. Es decir, se va a eliminar una parte del estado sin que la población perciba ni una mínima parte de los réditos de esa venta. Evidentemente, AENA ha llegado a ser lo que es por la aportación monumental del estado a las infraestructuras. Ahora que parece que las infraestructuras funcionan bien, se traspasa su gestión. Después vendrá su venta directa. En realidad no está tan lejos de cuando se cercaron las dehesas comunales, se particionaron o se anexaron a propiedades latifundistas. Es el mismo proceso, hoy. Y la capacidad de resistencia del presunto ciudadano postmoderno es la misma que la del campesino medieval: puedes prenderle fuego a un banco o matar a un policía, y luego ser colgado. 

Habla Federici de los anabaptistas, y los sitúa como el grupo humano más resistente al proceso de creación del Capitalismo en Europa en el siglo XVI. De entrada, hay algo interesante en los anabaptistas, y es que sólo aceptan el bautismo en los adultos, porque consideran que los niños son salvos por sí mismos, y porque consideran que tiene que haber conciencia. No está esa culpabilización general del resto del cristianismo, y el respeto a la madurez intelectual del creyente resulta ya en sí un hallazgo. Miguel Servet sostuvo muchas de las posiciones anabaptistas, y cuando protestantes y católicos se unieron para aplastar el anabaptismo, eso no jugó en su favor. Recordar que Miguel Servet fue ejecutado en la Ginebra de Calvino, con quien había mantenido, por cierto, intercambios epistolares durantes años, y a quien le mandó sus libros como primicia antes de publicarlos. En general, el anabaptismo es un movimiento religioso tolerante, pacifista y colectivista. En general, un panorama poco útil para ayudar a la "acumulación primitiva". Por eso fueron laminados. La batalla más importante se dio en Münster, en 1535. Los reventaron. Eran un peligro.

 


El primer viaje unía Europa con Africa. Los barcos iban cargados de mercancías europeas que eran vendidas en las colonias africanas. Allí se cargaban las bodegas de esclavos, asumiendo que se produciría una pérdida de ellos durante el viaje. Una vez llegados a América y convenientemente vendidos, se volvía a llenar el barco de mercancía para llegar a Europa de nuevo. En total, tres trayectos. La inversión tenía un triple rendimiento. Por eso la trata de esclavos se llama a veces "middle passage".

El siglo XVII y XVIII son la época en la que se desarrollan políticas de discriminación racial desde arriba. Se prohibieron los matrimonios mixtos y se utilizaron las leyes de herencia para disciplinar a la población en cuanto a sus elecciones matrimoniales. Tener hijos con un negro, un indio o un mestizo equivalía a que los hijos resultantes fuesen automáticamente condenados a la esclavitud e incluso a los propios padres. 

Mujer - tradición real - comunidad - naturaleza. En la mitología tardo renacentista y barroca la mujer es identificada con la brutalidad y el caos. Es el mismo discurso de Las Bacantes. La represión de la mujer se hace sobre todo a partir de ideas claras y contundentes. Los dramaturgos clásicos son los grandes emisores populares de estas ideas. Propaganda política que entrañaba una propaganda misógina que formaba parte de una propaganda antiproletaria. Lo que se destruía al destruír a la mujer era la vida en comunidad. Al inventar la familia nuclear como la única opción de vida se aislaba a los trabajadores, se los dividía, y se los ponía a competir entre ellos. Todo esto hace más productiva la vida económica y pauperiza la vida del trabajador. Después se hará necesario el consumo de mercancía y subirán los salarios, pero las relaciones subterráneas continuarán intactas.

Hermoso diálogo entre un jesuíta francés y un indio canadiense en el siglo XVIII. El jesuita le recrimina la libertad sexual de las mujeres de la tribu aún durante el matrimonio, y le hace ver que el niño que está allí con ellos, no es seguro que sea hijo suyo, a lo que el indio le responde que los franceses son gente extraña y con el corazón duro, porque aman sólo a sus hijos, mientras que ellos aman a todos los niños de la tribu, sin distinción. La discriminación en el amor de los niños según sea o no el padre les parece algo aterrador. Y de algún modo, los hombres pueden mantener esa distancia, que las mujeres, por la relación fisiológica con sus hijos, no pueden tener.

El concepto clave es el "disciplinamiento" de las poblaciones a las necesidades del capital. Ese proceso de disciplinamiento lleva dentro de sí todo tipo de técnicas sociales de segregación y atomización, de estabulamiento. La acumulación capitalista se basa en la división de los trabajadores, en la construcción de jerarquías y diferencias.

Dentro del relato de luchas heróicas sociales de las mujeres, Federici habla de las mujeres esclavas del Caribe, que a lo largo del siglo XVIII y sobre todo, XIX, fueron recuperando espacios comunes, capacidad de participación en la producción y venta de alimentos, y capacidad para mantener las costumbres africanas ancestrales. 

Comentarios

  1. Muy interesante texto. Durante el desarrollo del capitalismo hizo falta deshacerse de muchas "pestes" del sistema, y los negros eran una de ellas. Cuando ya no fue redituable incorporarlos en condición de esclavos, fueron insertados al sistema productivo (abolición de la esclavitud)como asalariados explotados. Todavía hoy en día se explica esa abolición como un "logro" de nuestra civilización, cuando en realidad fue resultado de una transformación de las relaciones y condiciones sociales de producción para no perjudicar el sistema de mercancías.

    Un abrazo grande libertario,

    Michel

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