Recuerdo de la exhuberancia. Saludos de Navidad. "En los primeros meses en el Trópico, uno come como un caballo. Luego viene la anorexia." Casi todos los europeos que la experimentan terminan considerando la exhuberancia como algo "maligno". El individuo siente miedo ante lo excesivamente frondoso, y con facilidad pierde la cabeza. Cuando dudes de lo terrible piensa en el hospital, en el hongo frambuesa, que debora los ojos y los tobillos. Pienso en la Navidad de los personajes perdido en el Trópico. Terror.

          Frío polar. Salud. Glotonería.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mateo, de Armando Discépolo

Una estación de amor, de Horacio Quiroga

El joyero, de Ricardo Piglia