Es habitual que aquellas personas que ocupan un lugar de privilegio tiendan a defender las convicciones sociales preponderantes como resultado de condicionantes biológicos. El uso legitimador del conocimiento es tan antiguo como las religiones institucionales y el estado. Condorcet habló del uso de la biología como "cómplice". Sin embargo, el conocimiento tiene igualmente una función liberadora de sentido, de fuerza histórica y estética. Es prácticamente imposible saber en qué lado estamos jugando. La evolución no es progresiva, como remarcó el propio fundador del evolucionismo. La evolución es enmarañada,compleja, y mirada desde el presente fugaz, paradójica, demoníaca. No vale la intención. No sirve como guía. En realidad no hay guía. Jodido, pero cierto.
Dentro de cualquier ámbito cobran importancia las convenciones, los protocolos. Igualmente los protocolos tienen esa ambivalencia: catalizadores pragmáticos, ahorradores de energía, o simples mecanismos de represión y de conservación de las inercias.
El aterrador descubrimiento de Darwin fue la naturaleza estrictamente biológica del pensamiento y la emoción. Es decir, todos nuestros frutos "espirituales" son resultados de mecanismos de adaptación evolutiva, azarosa, adaptativa, no progresiva. Exponer al ser humano a la humillación de encontrar sus orígenes en el azar era mucho más peligroso que ligarlo a los simios, pero los cavernarios oponentes de Darwin ni siquiera se percataron de ello.

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