Con su caja

Con su caja absurda
el chico
cruzó la ciudad camino
de su abuela.
Como un pequeño muñeco
antropomorfo de cuento antiquísimo,
el chico cruza el oscuro bosque
de calles empapadas.
La tormenta lo rompió todo,
y el chico cruza la ciudad,
para ver a su abuela.
Desconfía este chico.
Cruza la noche
abrazado a su caja
esperando llegar
allí,
a lo de su abuela,
donde lo besarán labios tiernos
y habrá llegado a algún sitio,
sin saberlo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mateo, de Armando Discépolo

Una estación de amor, de Horacio Quiroga

El joyero, de Ricardo Piglia