Mejora la saga. El colapso avanza, en lo político y lo económico. Rapidez. Diversión. Maravillosa novela. Es fascinante cómo saca partido de una situación tan aterradora.
El grotesco argentino es un género continuador del sainete criollo, al que completa y supera. Lo que eran historias eminentemente cómicas se vuelven más dramáticas e interiores; los personajes se hacen más complejos, incorporando el naturalismo europeo, y la configuración del lenguaje y del espectáculo se hace más ambiciosa. En ese ámbito se desarrolla el trabajo de Armando Discépolo. Mateo es una obra que reúne muchos de los elementos del genéro, y es uno de sus clásicos. Toca los temas preferidos del autor: un sistema económico condenatorio, la unidad familiar amenazada, la oposición entre juventud y senectud, modernidad y tradición, moralidad y éxito exterior, autenticidad y acomodamiento social, debilidad y poder... Su lectura nos conecta con referencias posteriores de sobra conocidas, como El ladrón de bicicletas o La muerte de un viajante . La inspiración está en las novelas de Zola, en el melodrama italiano, en el sainete criollo mencionado, en Pirandel...
Es un cuento duro, triste, despiadado. El amor juvenil de Octavio Nébel por Lidia pasa desde el candor de la adolescencia a la putrefacción de una madre morfinómana que once años después del primer encuentro muere en la quinta de Nébel. Termina todo con la entrega de un cheque de diezmil pesos a Lidia. Es un cuento sobre el amor en la civilización, que sometido a los azares y a las presiones de la sociedad termina en nada, en asco, en un cheque al portador. El estilo es escueto, y tenso. Hay algo oscuro y una absoluta ausencia de sentido del humor. Quiroga se toma en serio a sus personajes, y a su clase. Es un cuento sobre un amor desgraciado en el seno de la burguesía de Concordia a principios del veinte. Hay algo de remedo de la sociedad europea, pero más franco y brutal. El personaje de la madre es fantástico: una morfinómana que navega entre la sociedad acompañada por la morfina, que no le deja llegar a los cincuenta años. Quiroga describe el riñón de la mujer como una especie de r...
La locura es la heredera de la lepra. Ocupa su espacio antrolopológico. Sus víctimas son distintas, pero la relación es la misma. Cuando termina el siglo XV aparece el tema de la nave de los locos. La aparición de la locura en el horizonte del Renacimiento se percibe primeramente entre las ruinas del simbolismo gótico; es como si en este mundo, cuya red de significaciones espirituales era tan tupida, comenzara a embrollarse, permitiera la aparición de figuras cuyo sentido no se entrega sino bajo las especies de la insensatez. Las formas góticas subsisten aún por un tiempo, pero poco a poco se vuelven silenciosas, cesan de decir, de recordar y de enseñar, y sólo manifiestan algo indescriptible para el lenguaje, pero familiar a la vista, que es su propia presencia fantástica. Liberada de la sabiduría y del texto que la ordenaba, la imagen comienza a gravitar alrededor de su propia locura. La locura es una moral...
Comentarios
Publicar un comentario