A la sombra


Tras las puertas. A la sombra.
Esperando que suenen las aldabas.
Esperando las llegadas.
Y las partidas.


La estación. Siempre abandonada. El que tuvo que huir ya lo hizo. Ahora sólo se vuelve. Sólo.


La cocina de los gañanes. El calor y la conversación.


Y el cansado reflejo de las puertas y las esquinas.

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Se me está muriendo poco a poco tu muerte cada día.
Y eso me mata.
Sin fechas ni números se desangra mi tiempo.
Y las nostalgias acechan, a la espera de una sola debilidad.






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