Redshirts

En la traducción se cayeron las tres codas. Metanovela de ciencia ficción. El género sigue vivo a través de estas propuestas. Interesante. Divertida. Toca un elemento fundamental de la narrativa: el desprecio por el figurante. A nuestro alrededor hay millones de invisibles, de intocables, a los que no vemos. En las narraciones convencionales se multiplica esta educación de la ignorancia del figurante. Pero, ¿acaso somos otra cosa? La fantasía de ser un protagonista en una narración centrada en nosotros no es nada más que eso, una fantasía. Sin quererlo, Scalzi ha tocado un tema central en la sociedad actual: la fantasía y la frustración. La incomprensión del hombre medio al contar con herramientas del poder para leer su propia vida. Un desastre. O mejor, la fuente de muchos desastres. La presión del triunfo no es más que ese ansia por escapar de la nada, de la condena al anonimato absolutamente cruel. Un desconocido es un redshirt, carne de cañón. SOMOS carne de cañón. ¿La alternativa? La organización. Curioso lo de esta novela. Tiene un punto subversivo a estudiar. Mucho más subversivo de lo que parece. Efectivamente, tiene mucho de Rosencrantz y Guildernsten are dead. Y como R&G, mucho de fuegos artificiales.