HERZOG EN EL SAN MARTIN

Ciclo en el San Martín de Buenos Aires de películas de Herzog. Hoy asistí a dos tremendos documentales. El primero se llamaba Últimas palabras, y cuenta la historia de un viejo que se quedó a vivir él solo en una isla-leprosería de Creta llamada Spinalonga. Le obligaron a volver por presión de la justicia y de su familia. Lo consiguieron, pero él se negó a volver hablar. Lo único que hace es tocar la lira y cantar como un maniaco una música cretense maravillosa, medio india, que hace pensar en el katak y en los cantos orientales. Maravillosa película, del 68, llena de guiños graciosos, de repeticiones de los oficiales de policía o de los pescadores, con la presencia de un médico que habla del sexo entre leprosos y otras locuras made in Herzog. Es un corto raro y delicioso, lleno de arte y de gracia.

La segunda película documental se llamaba País del silencio y de la oscuridad, y trata sobre un colectivo de sordo-ciegos. Una paranoia sobre el ansia de comunicación y sobre los efectos devastadores de la ausencia de comunicación, la animalización y la poesía del solitario, en terrenos psíquicos que cuesta imaginar. Es una película del año 70.
Día de calor brutal en Baires.

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