2 B R 0 2 B, de Kurt Vonnegut

Clasicazo. Se adapta en muchas escuelas de cine. Distopía limpia y perfectamente construida sobre el control de población y la paranoia eugenésica. Es un cuento de 1962. 

La vida de Vonnegut es muy interesante. Recordó siempre a su niñera afroamericana, que fue quien lo educó. Su familia era de origen alemán. Se arruinaron en los años 20 y todo fue un desastre hasta el suicidio de la madre de Kurt. El la encontró en un permiso durante su entrenamiento previo a su despliegue en Europa la noche después de haberse suicidado con pastillas.

Le tuvieron bajo vigilancia porque en el periódico de la universidad había escrito columnas pacifistas. Una vez en la guerra lo apresaron y estuvo detenido en un matadero de Dresde. Allí sobrevivió al bombardeo. El contaba que los alemanes no entendieron por qué bombardearon Dresde con esa saña los aliados, porque allí no había fábricas de armas. La verdad es que sí había fábricas de armas, y que Vonnegut -de origen alemán- hace como que no lo supo nunca. La razón, además, era que Dresde era un centro esencial de comunicaciones, lo cual habría explicado el bombardeo de las líneas ferroviarias, no el abrasamiento de 30.000 civiles. De hecho, el informe que se le dio a los pilotos de la RAF habla de desmoralización de la retaguardia alemana y de intimidación a los soviéticos. Es decir, en febrero de 1945 los aliados occidentales están ya inmersos en la Guerra Fría, y están pensando en generar pavor en los soviéticos, que avanzan desde el este. 

Vonnegut no obtuvo título de antropología en la Universidad de Chicago porque quiso hacer la tesis sobre la Danza de los Muertos de los indios nativos americanos, y hablar, obviamente, del genocidio cometido. En los años cuarenta y cincuenta no parece que en Estados Unidos estuvieran muy por la labor de plantearse su propio genocidio, a pesar de que el descubrimiento y estudio del genocidio nazi habría hecho evidente el esfuerzo. Vonnegut pagó cara su osadía: de origen alemán y revisionista de la historia estadounidense. 

En 1987 Vonnegut dijo que la civilización, como tal, había terminado con la Primera Guerra Mundial, y que continuábamos recuperándonos de ello. También dijo que iba a demandar a los fabricantes de Pall Mall, porque desde décadas atrás le habían prometido que fumar mata, y tenía 83 años.





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