The Guernsey Literary and Potato Peel Pie Society, dirigida por Mike Newell
Por alguna razón que se me escapa, esta maravillosa película habrá sido vista en Líbano, Suráfrica o Rusia antes que en España, donde está previsto su estreno para octubre de 2018.
La premisa consiste en que, antes de que las islas del canal fueran paraísos fiscales, estuvieron habitadas por pescadores, porqueros, y otras gentes decentes, ingleses por su flema y su horrenda gastronomía. Esta isla de Guernsey fue el único territorio británico ocupado por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. En ese contexto, y a partir de la novela de Mary Ann Shaffer y Annie Barrows, la peli transcurre como un suave y delicioso melodrama, muy francés, muy divertido, y muy emocionante. Es interesante el tratamiento del taller literario como un eje surgido de forma accidental, provocado por el terror de la ocupación, que termina absorviendo la vida de los habitantes de la isla. Tiene algo de relato de Chéjov o de Zweig.
Me ha recordado a otra peli sobre talleres literarios que vi hace poco, L'Atelier, dirigida por Laurent Cantet. En este caso, el taller sirve para hablar de la extensión del racismo entre los jóvenes franceses, y cómo la narración común se está desgajando, haciéndose imposible, porque una de las partes la ha roto.
El victimismo de los privilegiados blancos está imposibilitando el desarrollo de esa narración colectiva, que se sostuvo hasta ahora por el sistemático silenciamiento de todas las heterodoxias y periferias sexuales, de género, sociales, raciales, culturales, etcétera. Al privilegio masculino blanco le aterra la diversidad. La caracterizan constantemente como amenaza o, en el caso de la izquierda española, como "trampa". Veremos cómo acaba este nuevo coqueteo con el abismo.
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