Don Giovanni
Obertura tremenda. Oscuridad y gracia. Ligereza y abismo. Il dissoluto punito ossia il Don Giovanni. El disoluto castigado. Apenas empieza la ópera: Non voglio piú servir , dice Leporello. Rápido. Todo va muy rápido. Apenas termina la obertura Don Giovanni viene de estar con Doña Ana y entra el Comendador, que, obviamente, muere. Burla de la vejez, de la muerte. Exaltación de la vida, del peligro, de la eternidad. La eternidad es una forma de percibir la finitud. Se estrenó en Praga, en idioma italiano, con un tema español, con músicos austriacos, alemanes, franceses e italianos. Europa en marcha, sin barreras. Justo cuando las barreras y las fronteras eran más altas y fuertes que nunca. Trío del primer acto, Non sperar, se non m'uccidi, entre Don Giovanni, Leporello y Doña Anna. Pura gracia inquietante. Recitativo susurrado de los fugitivos. Y dúo de dolor y venganza: el galante tenor jura matar al malvad...