Feder, o el marido adinerado
Es un texto inacabado. Stendahl dejó varios. De nuevo, el tema es el ascenso social, el arribismo en la Francia postnapoleónica. Este ascenso se lleva a cabo por medio de relaciones personales, de poses y elaborados planes de escenificación social. Está el tema del pintor fracasado, sin talento, que tanto le gustaba a Somerset Maugham. Y Stendahl lo trata de la misma forma. El arte no revelado o llevado adelante por alguien incapaz, corrompe el espíritu, y crea monstruos. Un artista frustrado es peligroso: o daña o se daña. A Stendahl le gusta el tema de la mediocridad, porque encuentra en él una clave de su tiempo y, en cierto modo, del hombre medio. La nostalgia de las grandes fechas de la generación anterior le marcó, al igual que a Maupassant. Añoran esos tiempos en los que cualquier hombre estaba al borde de la heroicidad por el simple hecho de pasar por allí. El, en cambio, pertenece a la generación de la Francia burguesa, de la restauración, de la falsedad. Como contrapartida ...