Individuo y serie
Desde los inicios de la Revolución Industrial se sabe que la producción en serie es garantía de éxito empresarial. Trabajar sobre encargos individuales exclusivos es sólo rentable cuando el precio es muy alto, y eso se lleva haciendo desde el Neolítico. Al fin y al cabo, la modernidad no se caracteriza por el lujo, sino por el standard, por la elevación de la media y por el consumo. Esa media tiene que existir. Sucede que esa venta serial produce un cansancio, un "malestar". La alienación del consumidor tiene un límite. Para que ese límite no se evidencie se inventó la customización, la moda, el usar y tirar, y todo el resto del tinglado. Lo que no se habla nunca es el paso anterior, el del márketing sobre una sociedad no consumidora. Ese proceso de creación de un magma comprador es violento de principio, y requiere fuerte control social. Hoy en día un tercio de la Humanidad está pasando del horror de la miseria al horror de la reprogramación con miras al consumo masivo. El t...